Contaban los viejos que alguna vez en el pueblo hubo un dictador que no era un déspota sino un buen hombre, al que le dieron todo el poder porque era el mejor, por eso la gente puso al pueblo en sus manos; pero al poco tiempo se cansó de que todos le dieran la razón, se cansó de aguantar a las reinas de la primavera, se cansó de no tener con quien perder al póquer.
Como no le dejaron renunciar lo mató la soledad, el poder, pero antes dejó estas hermosas leyes –órdenes amorosas de un hombre bueno que amaba las bellezas de la vida--. Dijo:
“Ordeno que en este pueblo nada valga tanto como la vida, entonces la verdad será lo que buscaremos tomados de las manos.
“Ordeno que cualquier día de la semana tenga la luminosa categoría del domingo.
“Ordeno que haya flores en todas las ventanas, que permanecerán abiertas para que llegue a las casas el verde canto de la primavera.
“Ordeno que el hombre confíe en el hombre como el día confía en la noche como la noche confía en la lluvia y la lluvia en el viento.
“Ordeno que los hombres se liberen de las mentiras y de la coraza del silencio para que puedan sentarse con sus hermanos a conversar la belleza y la justicia.
“Ordeno que recuerden al profeta Isaías: ‘el lobo y el cordero pastarán juntos, y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora’.
“Ordeno que todo pan tenga el sabor de la ternura.
“Ordeno que la alegría sea la única bandera del pueblo, y el amor su única arma.
“Desde este momento, el dinero tendrá fecha de vencimiento para que nadie pueda acumularlo para tener poder sobre sus hermanos.
“Una sola aristocracia: la del espíritu. Un solo privilegio: la inteligencia”.
--¿Qué es un hombre sin un sueño...? Nada.
--Un hombre sin un sueño a lo sumo es un ciudadano. Y es grande la diferencia entre un hombre y un ciudadano: ciudadano es el que depende de esa abstracción que llamamos ‘estado’. El estado es la teta donde maman los ciudadanos pero el cáncer del hombre. El hombre depende de Dios, es decir de la mismísima vida. Ciudadano es el que está esperando que alguien haga por él lo que él no haría ni por él ni por nadie. Hombre es el que sabe que para vivir mejor hay que ser mejor. Ciudadano es el que busca a la verdad y al culpable fuera de él. Hombre es el que sabe que a la verdad y al culpable se los busca dentro de uno.
--Además en una sociedad competitiva y comparativa como la nuestra, sI existe una escala de valores, que evidentemente existe, un hombre es un ser invalorable, sin embargo un ciudadano tiene un precio específico... un ciudadano vale exactamente un voto.
--Hay ciudadanos que por escapar del aburrimiento de sus familias llegan a la presidencia del país... No sé si me explico...
BIENVENIDOS A LAS NOTAS DE CRISTYANA SOMARRIBA
Bienvenidos a mi blog estimad@s amig@s, les comparto algunos de mis escritos, notas, preguntas, cuestionamientos, recomendaciones de libros, películas, música, sitios que me han gustado, noticias interesantes que encuentro en internet, inquietudes de una curiosa profesional... saludos :)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario